Nuestra historia Paulina registra lo que le llamamos Primavera paulina. Nos contaban los paulinos italianos en nuestras circunscripciones que en Alba jugaban en el patio cuatro equipos al mismo tiempo y que se distinguía por el color del balón. Eran cientos de vocaciones. Contentos nos decían cómo rezaba toda la Familia Paulina del momento, en el templo san Pablo. Decían que La Familia Cristiana de Italia tenía un millón de ejemplares y que los paulinos italianos eran más de quinientos; que en Filipinas teníamos una radio difusora potente, que en la India eran más de trescientos paulinos, que en Brasil teníamos varias radiodifusoras y una ciudad paulina, la Provincia de Estados Unidos, USA, le prestó a México para construir otro edificio para las vocaciones, nos decían que Colombia habían construido los edificios de la calle 170 por las muchas vocaciones y Venezuela en el Hatillo. Eran algunas de las noticias que nos comentaban los maestros de grupo, italianos. En una película vocacional veíamos a las Hijas, a las Pías, a los Paulinos que se iban al Japón, a Corea, a la India, a USA, a Argentina, etc.
Algo nos pasó, tal vez llegó como en la sociedad, una generación perdida. Tal vez buscamos el camino del individualismo que entró con fuerza en la sociedad y en nuestras comunidades; todos los profesos perpetuos del momento eran paulinos muy valiosos, pero cada uno trabajando por su cuenta; en el noviciado poco se escuchaba en SOS de Toniolo, “Únanse”, si el enemigo los encuentra divididos los acabará uno por uno.
Fueron consolidándose los reinos cerrados, sean las circunscripciones, sean las personas, sean las comunidades. Todos santos, con una buena voluntad y autoridad moral y así se llevó adelante la obra apostólica por un lado y la obra formativa por otro.
La sorpresa fue cuando se inventaron las áreas áreas geográficas, nos dimos cuenta que muchos carecíamos del a,b,c que se necesita en toda empresa, posteriormente, en el año 2000, nos dimos cuenta que a la rueda del apostolado se le dio mucho tiempo y se lo quitamos a las otras tres del carro paulino, que sabemos deben caminar en equilibrio. Fuimos malos empresarios y perdimos mucho de nuestro ser de religiosos. Naturalmente en todo hay sus excepciones.
Cada circunscripción tiene su primavera paulina muy bonita, pero ahora es necesario hacerle caso ya a Toniolo, unámonos o el enemigo nos seguirá derrotando. El enemigo ya tiene unos puntos a su favor. Ni uno más. De ti depende.
Hagamos posible la Nueva Primavera Paulina que tendrá como eje central la participación de todos los Paulinos; para lograr este objetivo, se necesita:
1.- Pongas freno en tu vida si vives en desenfreno y egoísmo. (Individualismo). Date cuenta que estos elementos suicidan la comunidad, ahuyentan las vocaciones, destruyen la obra apostólica y desaparece lo religioso de la Congregación. Por supuesto tú no quieres esto.
2.- Relaciónate en tu ambiente con armonía, siembra en cordialidad, confianza y alegría. Trabaja en sinodalidad en la circunscripción y con las demás circunscripciones. Da y recibe. Este es el camino.
3.- Vive la vida paulina con sencillez, en desprendimiento total, en la verdad y amabilidad. Desarrolla y potencia las cuatro ruedas de la vida paulina, hasta que logres ser testimonio vocacional silencioso y santo, creíble. Las vocaciones paulinas necesitan este testimonio.
4.- Cultiva la semilla de la sabiduría en uno o dos temas. Los adelantos nos rebasan.
