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Qui., Mar.

“Les anuncio con alegría que la próxima JMJ, después de las dos a nivel diocesano será en 2019 en Panamá”, con esas palabras el Papa Francisco concluía la JMJ Cracovia 2016 y anunciaba la sede del próximo encuentro mundial, lo que encendió no solo los ánimos de los panameños que se encontraban allá, quienes gritaban y agitaban sus banderas, sino también las esperanzas de miles de latinoamericanos que a mas de dos años, hoy, esperan la llegada del Sumo Pontífice al “Puente del mundo”.

Esta vez, el Papa aterriza en una Latinoamérica un tanto convulsa, con realidades difíciles, pero con corazones dispuestos a acoger su mensaje y su calor. Y es que Panamá solamente es la sede, pero los verdaderos anfitriones es Latinoamérica entera que se reúnen en ese hermoso país tropical para este encuentro mundial. Precisamente las fechas que escogieron para esta cita (que no coincide con vacaciones en la mayor parte del mundo) y las facilidades de viaje para muchos latinos, demuestran que la gran mayoría de jóvenes que se congregarán serán del nuevo continente.

De hecho, una de las principales características de Panamá es la convergencia de culturas y procedencias, puesto que el fenómeno de la migración siempre ha sido un elemento inherente a la realidad del país canalero, debido a la estabilidad económica que goza.

Desde hace décadas, la cantidad de centroamericanos, en especial nicaragüenses, o sus vecinos del sur Colombia, la comunidad china entre otros, tienen fuerte presencia en Panamá. Asimismo, como consecuencia de la crisis socio política y económica en Venezuela, el numero de migrantes provenientes de ese país sudamericano va en aumento; por lo que, en el tema de acoger a tantos extranjeros en ese país, no será un gran problema, pero si un gran reto para un país pequeño que estima una visita de entre 250 y 300 mil peregrinos (que no es tan grande la cantidad) de alrededor de 187 países.

Desde inicio del mes de enero, peregrinos han iniciado a llegar por cielo, mar y tierra a este encuentro y se han concentrado en diversas diócesis no solo de Panamá, sino también de Costa Rica, país vecino al norte y que luego de días fabulosos nutriéndose de la cultura centroamericana, han arribado a la ciudad de Panamá, en donde a partir del 22 de enero han iniciado los actos centrales.

Es un tanto simbólico que se quiera celebrar este encuentro con la juventud católica en este país, quien como refirió el arzobispo de la Ciudad de Panamá, José Domingo Ulloa en la homilía de la misa de apertura el pasado martes 22 de enero, es “la primera diócesis en tierra firme, y desde aquí un 9 de septiembre de 1513 se irradió el evangelio al resto del continente americano, siempre bajo el amparo de María, la Madre”; más aún hoy que los jóvenes no son vistos más como espectadores pasivos, sino como verdaderos protagonistas en la historia actual del mundo, como lo ha dicho el Papa a los jóvenes en Colombia en 2017:

“Ustedes, los jóvenes, tienen una sensibilidad especial para reconocer el sufrimiento de los otros; ustedes se dan cuenta en seguida. Los voluntariados del mundo entero se nutren de miles de ustedes que son capaces de resignar tiempos propios, comodidades, proyectos centrados en ustedes mismos, para dejarse conmover por las necesidades de los más frágiles y dedicarse a ellos… Los jóvenes coinciden en la música, en el arte...”,

es decir, un sentido humanitario capaz de promover iniciativas en pro de los avances que necesitan tanto la sociedad como la misma evangelización de los pueblos, pues los jóvenes, “pueden enseñarnos a los grandes que la cultura del encuentro no es pensar, vivir, ni reaccionar todos del mismo modo, no, no es eso, la cultura del encuentro es saber que más allá de nuestras diferencias somos todos parte de algo grande que nos une y nos trasciende…” enfatizó el Papa en aquella ocasión.

Una de las novedades en esta edición de la JMJ en Panamá, siendo este el tercer país latinoamericano y el segundo de habla española que acoge un evento de esta magnitud, es el primer “Encuentro Mundial de la Juventud Indígena” que tuvo como lema de reflexión: “Asumimos la memoria de nuestro pasado para construir el futuro con valentía” y como sede Soloy, Comarca Ngäbe-Bugle, en la Diócesis de David, Panamá, desarrollándose del 17 al 21 de enero dentro de los llamados "días en las diócesis".

Se reunieron jóvenes indígenas de 12 países representando a 40 pueblos originarios, que compartieron su fe en Jesucristo desde la riqueza intercultural que poseen. En este encuentro se trataron temas como de la memoria viva de los pueblos originarios, la importancia de vivir en armonía con la Madre tierra y ser protagonistas en la construcción del otro mundo posible. Fueron animados por el Papa Francisco que, usando los medios de la tecnología, dirigió un sentido mensaje donde invita a la juventud indígena “hacerse cargo de las raíces, porque de las raíces viene la fuerza que los va a hacer crecer, florecer y fructificar”.

Es así que Panamá espera grandes frutos de esta jornada, no solo para ese país esforzado y trabajador, sino para Latinoamérica entera. Es pues, una oportunidad para poder portar el Evangelio a la “juventud de las periferias existenciales y geográficas”, como ha afirmado el obispo Ulloa.

Otra de las grandes novedades, es la distribución y estudio del “Docat”, una obra de la fundación YOUCAT - Catecismo para jóvenes -, que fue presentado por el Papa Francisco durante la JMJ Cracovia 2016. Se distribuirán 25.000 DOCAT en papel y 250.000 DOCAT en digital durante estos días de actividades de la JMJ y se están realizando pequeños grupos de discusión y compartir entorno al contenido que presenta. En la JMJ Madrid 2011, el Papa Benedicto XVI regalo el Youcat - Catecismo para jóvenes, el Francisco ha dado el Docat en 2016, pero es ahora en Panamá donde se hará un estudio por parte de los participantes. 

La Sociedad de San Pablo está presente en Panamá desde 1996 como parte de la provincia de Colombia y desde allí la presencia apostólica se ha expandido por toda Centroamérica a través de las librerías, de donde ya podemos ver los primeros frutos vocacionales. Los padres paulinos como parte de su apostolado, están a cargo de la Capilla en el Centro Internacional de Prensa de la JMJ en la capital panameña.

 

* Carlos Eduardo Aguirre Reyes è un novizio paolino della Provincia Colombia-Ecuador-Panama, attualmente in Albano per il noviziato internazionale.

 

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28 março 2024

Nella Cena del Signore (bianco)
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28 março 2024

* SSP: 1988 Maggiorino Vigolungo viene proclamato Venerabile.

28 março 2024FSP: Sr. M. Augusta Biolchini (2018) - Sr. Donata Narcisi (2019) - Sr. M. Dorotea D’Oto (2023) • PD: Sr. M. Tarcisia Spadaro (2008) - Sr. M. Emanuella Santini (2011) - Sr. M. Leonarda Pompiglio (2023) • IGS: D. Giorgio Zeppini (2018) • ISF: Michele Perillo (1996).