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Sáb, Abr

Fr. NakamuraITA - ESP - ENG

A las 23,37 (hora local) del jueves 22 de noviembre, en el hospital del Ejército de la Salvación de Tokyo, a consecuencia de una insuficiencia funcional, volvió al Padre el Discípulo del Divino Maestro, nuestro hermano HNO. MATSUO PAOLO CORRADO NAKAMURA, 86 años de edad, 62 de vida paulina, 58 de profesión religiosa.


El Hno. Matsuo nació de padres cristianos el 12 de noviembre de 1926 en Kiyama (Saga) en tierra japonesa y entró en la Congregación el 19 de marzo de 1950 en Fukuoka, en la joven Provincia japonesa cuya presencia paulina había comenzado en 1934. Hecho el
noviciado en Tokio (1953-1954), emitió la primera profesión el 19 de marzo de 1954 y la
profesión perpetua el 9 de abril de 1959.

Agenda Paolina

19 Abril 2024

Feria (bianco)
At 9,1-20; Sal 116; Gv 6,52-59

19 Abril 2024

* Nessun evento particolare.

19 Abril 2024SSP: D. Ettore Cerato (1995) • FSP: Sr. M. Immacolata Di Marco (1968) - Sr. Santina De Santis (2003) - Sr. Gemma Valente (2015) - Sr. M. Luciana Rigobello (2018) - Sr. Giuseppina Bianco (2021) • PD: Sr. M. del Sacro Cuore Carrara (2004) - Sr. M. Flavia Liberto (2016) • IGS: D. Sergio Lino (2000) • IMSA: Marta Manfredini (2005) - Anna Paola Firinu (2020) • ISF: Rosetta Sebastiani (1993) - Vincenzo Giampietro (2009) - Rita Morana (2014) - Maria Iacovaz Serli (2018).

Pensamentos

19 Abril 2024

Sempre abbiam da santificar la mente, quindi istruirsi, nell’apostolato. E poi santificare il cuore, quindi amare l’apostolato per amore di Gesù. E poi santificare la volontà, quindi compiere il nostro apostolato, impiegando le forze che abbiamo (APD56, 236).

19 Abril 2024

Siempre tenemos que santificar la mente, por lo tanto, instruirse, en el apostolado. Y después santificar el corazón, por tanto, amar el apostolado por amor a Jesús. Y luego santificar la voluntad, por tanto, realizar nuestro apostolado, con las fuerzas que tenemos (APD56, 236).

19 Abril 2024

We always must sanctify the mind, therefore instruct ourselves, in the apostolate. And then sanctify the heart, then love the apostolate out of love for Jesus. And then sanctify the will, then carry out our apostolate, using the strength we have (APD56, 236).